«En las cooperativas productivas cada trabajador era, a la vez, patrón de sí mismo y obrero, y se prescindía del trabajo asalariado y de los capitalistas. Los ingresos netos se destinaban a: formar un fondo de capital indivisible de la organización, otro de ayuda mutua, y la cantidad restante se distribuía a cada obrero conforme al trabajo aportado. Marx las llamó una ‘brecha en la sociedad capitalista’: una organización sin explotadores ni explotados».
Fuente: Jesús Cruz Reyes