El consorcio México-Minorbis, formado por la compañía Grupo México y la empresa cordobesa Magtel, explotará la mina de Aznalcóllar. Este consorcio ha obtenido mayor puntuación que la canadiense Emérita Forbes Manhattan, que ya ha anunciado una posible querella.
No obstante, no hay que engañarse, la cordobesa no contará mucho. Los datos hablan por sí solos: el Grupo México es la tercera compañía del mundo en extracción de cobre, y en el cuarto trimestre de 2014 obtuvo 818 millones de euros de beneficio bruto de explotación; Magtel, sin experiencia en minería, facturó en 2013 94 millones de euros.
La Junta de Andalucía no ha tenido en cuenta el historial reciente del grupo mexicano, responsable de uno de los mayores desastres ambientales ocurridos en México, y de características muy similares al que sufrió la mina de Aznalcóllar cuando la gestionaba la sueca Boliden. La catástrofe tuvo lugar el pasado 6 de agosto en la mina Buenavista del Cobre, en Cananea -estado de Sonora, noroeste de México- al derramarse al río Sonora 40.000 metros cúbicos de sulfato de cobre mezclado con ácido sulfúrico y altas concentraciones de metales pesados. El vertido se extendió rápidamente por toda la cuenca del río, provocando la contaminación de pozos de consumo y riego y la muerte de peces y ganado. Grupo México explicó el vertido en las lluvias, inusualmente elevadas, pero las autoridades locales descartaron esa posibilidad y han reclamado a la compañía minera el pago de 2,3 millones de euros en concepto de indemnizaciones, cantidad que la delegación mexicana de Greenpeace considera muy insuficiente para hacer frente al coste real de los daños.
Hay otra pequeña cuestión: México-Minorbis, al contrario que su opositora en este concurso, no ha mostrado públicamente su proyecto ni sus previsiones de inversión. El alcalde «agraciado» aseguró que, aunque el pueblo se siente «tremendamente afortunado», sus vecinos siguen sin tener constancia del número de empleos que crearía o de las mejoras técnicas y sociales que llevaría a cabo.
Andalucía, siglo XXI, avanzando hacia el XIX.