De vez en cuando nos gusta dar nuestra opinión sobre cómo vemos la economía social andaluza. Aquí van algunas valoraciones.
Los municipios como una oportunidad para la economía transformadora andaluza
Son abundantes las nuevas candidaturas municipalistas que están mostrando interés por las propuestas de la economía social y solidaria. Este interés augura que en otoño muchos pueblos y ciudades andaluzas se pueden convertir en valiosos laboratorios para ensayar políticas económicas locales alejadas del desarrollo local neoliberal. Es un momento de oportunidades que hay que saber aprovechar.
Por una Ley andaluza de economía solidaria
Nos parecede enorme interés seguir los pasos del Parlamento Catalán que ha manifestado su voluntad de redactar una Ley de Economía Solidaria. Este tipo de ley es trascendental para el sector pues no sería una modificación del marco normativo de las cooperativas, sino una ley que comprometiera a los poderes públicos a promocionar todas las entidades de la Economía Social y Solidaria. Una ley de economía solidaria como hay en Brasil, en Portugal o en Francia.
El proceso constituyente y la economía transformadora
Este otoño, con las elecciones en Cataluña y las Generales en el conjunto del Estado, se abren nuevas posibilidades para la economía social transformadora. Nos parece del todo punto necesario cambiar las políticas neoliberales impuestas por la Troika en toda la UE, y en España y Andalucía con el beneplácito de PP y PSOE. Es indispensable un proceso de ruptura con el régimen actual y la apertura de un proceso constituyente participativo. En este caso nos encontraríamos con nuevas posibilidades para introducir en la sociedad andaluza el debate sobre qué economía queremos. Además, y como soñar es gratis y necesario, podríamos terminar constitucionalizando una serie de principios y derechos económicos, sociales y laborales que nos permitieran ir sustituyendo las políticas neoliberales por otros más sociales que tuvieran en la economía solidaria uno de sus actores.
Reivindicar y visibilizar para fomentar una forma propia de hacer economía
Desde la economía social oficial andaluza se intenta canalizar el funcionamiento de las cooperativas hacia formas precisamente menos cooperativas. Es decir, aproximar las cooperativas a las fórmulas capitalistas convencionales en el sentido de que las leyes, reglamentos, cursos de formación, estrategias de crecimiento, etc., que ponen en marcha indican que desean crear cooperativas menos colectivas, menos democráticas y menos comprometidas. Es por esto, y por todas las oportunidades comentadas más arriba, por lo que necesitamos impulsar redes que entienden la economía social y solidaria de manera crítica con el sistema actual. Parece imprescindible hacer un esfuerzo añadido al que ya realizamos en nuestras entidades para impulsar medidas y estrategias que tiendan a crear una economía transformadora alejada del capitalismo y la acumulación, y dé respuestas a la necesidad de transformación económica que requiere Andalucía.
Difícilmente alguien lo hará por nosotros.